Cuando se trata de proteger a los empleados de los riesgos laborales en entornos químicos, es esencial seleccionar la ropa de protección química adecuada.
Es importante tener en cuenta que cada traje químico proporciona un nivel y un tipo de protección diferentes. Algunos trajes están diseñados específicamente para contrarrestar y proteger frente a pulverizaciones de líquidos ligeros, mientras que otros están diseñados para proteger frente a pulverizaciones de chorros potentes y a mayor presión.
Tener en cuenta estas distinciones permitirá a las empresas elegir el traje químico adecuado para el trabajo y evitar incurrir en gastos innecesarios o proporcionar una protección insuficiente a los empleados.
Sin embargo, muchas empresas confían únicamente en el marcado CE europeo. Este marcado indica la capacidad de un traje de protección química para proteger frente a riesgos específicos, que abarcan un amplio espectro que va desde las pulverizaciones ligeras hasta los gases, e indica que la prenda de protección química cumple unos requisitos "mínimos" específicos.
Por lo tanto, la compra de ropa de protección contra productos químicos sobre la base de que tiene el marcado CE puede no proporcionar necesariamente la protección específica que necesitan los empleados. Por ejemplo, un traje puede proteger contra ligeras salpicaduras de agua, pero ¿qué ocurre si el empleado se arrastra y/o sube escaleras a diario? Estas actividades podrían provocar abrasiones y perforaciones, lo que reduciría el nivel de protección del traje y aumentaría la exposición del trabajador a las sustancias químicas.
Además, la certificación de una prenda de protección como de un determinado "tipo" significa simplemente que el traje ha superado una o varias de las pruebas de líquidos para trajes completos y cumple los requisitos mínimos de rendimiento. Como tal, la ropa química del mismo tipo puede tener un rendimiento diferente en determinadas circunstancias o en entornos diferentes.
Un factor clave es la toxicidad del producto químico y su permeabilidad a través del tejido. El término "penetración ", comúnmente utilizado en las pruebas de permeabilidad, no se refiere al momento en que la sustancia química penetra por primera vez en el tejido, sino al tiempo necesario para alcanzar un índice o velocidad de permeabilidad específicos. Por lo tanto, en el momento de la prueba, la permeación ya se ha producido. Por lo tanto, es fundamental saber cuánto permea a lo largo del tiempo y, si se conoce la toxicidad específica del producto químico, si puede causar daños.
¿Qué ocurre con la comodidad y los factores ambientales? La protección es de suma importancia, pero si los empleados se sienten incómodos cuando llevan ropa de protección, existe la posibilidad de que se la quiten o crean que pueden prescindir de ella. La ropa incómoda puede provocar una disminución del rendimiento de los empleados - quizás la ropa sea demasiado pesada o el empleado tenga calor , y los trabajadores que tengan demasiado calor podrían tener la tentación de desabrocharse la overol en zonas críticas... y una overol desabrochada no está protegiendo adecuadamente....
Otros factores del entorno también deben influir en la decisión. ¿Pueden los empleados oírse o verse entre sí durante la actividad estándar? ¿Necesita el traje de protección química ser duradero y/o resistente a la ignición?
Está claro que hay mucho que evaluar cuando se trata de seleccionar la ropa de protección química adecuada para el trabajo. Tener en cuenta estos factores a la hora de evaluar los riesgos para la seguridad de los empleados es esencial, y permitirá a las empresas tomar una decisión informada sobre si el EPI elegido es o no la mejor opción (y la más eficaz).