Cada vez más, la comodidad, la ergonomía y la transpirabilidad de los trajes para productos químicos se han convertido en las principales preocupaciones de los responsables de seguridad.
Cuando se hace un pedido a granel para un grupo más amplio de trabajadores, probar los EPI se convierte en un proceso crítico. Probar primero las muestras de los trajes puede ayudar a identificar cualquier problema de comodidad y de rendimiento del traje mientras se lleva puesto para realizar una tarea. Sin embargo, un EPI no puede considerarse realmente "aprobado" hasta que no haya sido aceptado por todos los trabajadores.
En este blog, explicamos cómo y cuándo implicar a los trabajadores en la prueba de nuevos EPI y cómo poner en marcha un proceso de prueba satisfactorio.
Implicar a los empleados antes del proceso de prueba
Pocos responsables de seguridad se plantearían hoy en día imponer nuevos EPI a los trabajadores. La mayoría reconoce los peligros que pueden surgir si los trabajadores se sienten incómodos y no llevan el equipo correctamente. Nadie quiere exponer a los trabajadores a riesgos químicos nocivos que podrían perjudicar a la empresa en el futuro.
Sin embargo, aunque los nuevos EPI suelen ser probados y aprobados por usuarios seleccionados antes de tomar una decisión final de compra, merece la pena considerar la posibilidad de implicar a un número mucho más amplio de trabajadores en la revisión y selección de nuevos EPI antes de la fase de prueba.
El proceso de selección es un punto de retroalimentación crucial. Ofrecer a los trabajadores la oportunidad de contribuir al debate puede ser increíblemente informativo, pero a menudo se pasa por alto. Esto es especialmente importante si el nuevo EPI sustituye al existente. Antes de que comience el proceso de búsqueda de un nuevo EPI, es una buena práctica averiguar a través de los trabajadores cuáles son los problemas del EPI existente, si es que hay alguno. La gente puede tener experiencias diferentes y retos distintos que quizá no sean evidentes para un panel de selección más reducido.
Un buen punto de partida es buscar nuevos EPI que aborden esos problemas.
¿Cuáles son las consecuencias de implicar a los trabajadores demasiado tarde en el proceso?
Comprender el motivo de la introducción de un nuevo EPI es una parte realmente importante del proceso para garantizar su adopción generalizada. Cuando un responsable de seguridad o un comprador seleccionan un posible nuevo EPI y solo implican a los trabajadores en la fase final de prueba, pueden desconfiar de la motivación del cambio y tienden a suponer que se debe a que es más barato y, por tanto, no es tan bueno.
Con este planteamiento inicial, muchos trabajadores tenderán a buscar razones para rechazar el nuevo EPI. Y la experiencia sugiere que si los trabajadores deciden que no quieren aceptar un nuevo artículo de EPI, acabarán encontrando razones para rechazarlo. En realidad, los trabajadores siempre toman la decisión final.
Si los nuevos EPI no se llevan correctamente, o si los trabajadores los adaptan para mejorar su comodidad, se están poniendo en peligro innecesariamente y, aunque los efectos de la exposición no siempre son inmediatos u obvios, más adelante pueden surgir problemas de salud a largo plazo.
Seleccionar embajadores del PPE
Una comunicación abierta y honesta es realmente importante tanto para encontrar la solución de EPI adecuada como para reforzar los beneficios del nuevo EPI para los trabajadores. Incluir a un grupo de trabajadores seleccionados en la selección inicial de EPI significa que se convierte en su proyecto y que pueden exponer sus opiniones. Esta colaboración puede ayudar a los responsables de seguridad a sentirse más respaldados en el proceso al obtener información directa mucho antes.
A su vez, seleccionar cuidadosamente a los trabajadores que podrían convertirse en embajadores del producto ante el resto de la plantilla -explicando por qué es necesario y reforzando las ventajas- puede crear una actitud muy positiva ante la introducción de nuevos EPI. De este modo, aumentarán las probabilidades de aceptación y se facilitará el trabajo de los responsables de seguridad.
Implicar al fabricante
Los fabricantes de EPI son (¡o deberían ser!) los verdaderos expertos en sus propiedades y uso; la participación de sus representantes -quizá como guía o consultor- puede ayudar a facilitar el flujo y la gestión de un proceso de selección y evitar o anticipar los escollos y problemas que puedan surgir. En particular, pueden asesorar sobre cuestiones como las limitaciones, el uso incorrecto y la colocación de los EPI, que son fundamentales para llevarlos y utilizarlos correctamente. Equivocarse en estos aspectos puede dar lugar a que los trabajadores no estén protegidos adecuadamente o a niveles de incomodidad mayores de los necesarios.
Proceso de selección de EPI
Elegir trajes que gusten a todos puede costar más al principio, pero se amortizará con el tiempo. Además de evitar la introducción de trajes rechazados por los trabajadores, reducirá los costes derivados de problemas de salud y seguridad o de la necesidad de sustituirlos.
Y, por último, el enfoque más plano y consultivo, descrito aquí para gestionar el proceso de selección de EPI, tiene ventajas más amplias para una empresa. En lugar de emplear un enfoque descendente en el que los directivos seleccionan los nuevos EPI e informan después a los trabajadores, un estilo consultivo puede aumentar la satisfacción laboral de los empleados, su moral e incluso la percepción positiva que los trabajadores tienen de la empresa.
Lakeland ofrece sesiones de estudio a los clientes potenciales para asesorarles sobre los factores importantes a la hora de seleccionar la mejor ropa de protección para el trabajo y permite a los seleccionadores y usuarios probarse los trajes de Lakeland y compararlos con los de la competencia. Esto les permite ver y experimentar la diferencia en ajuste y comodidad, lo que les proporciona mucha más confianza a la hora de tomar una decisión.
