Aunque a todos nos gusta tomar el sol, a nadie le gusta trabajar bajo el calor. En algunas partes de Europa se ha vivido el verano más caluroso en más de una década, con temperaturas que han alcanzado los 44 ºC (11 ºF). Las altas temperaturas pueden dificultar la concentración, la hidratación y el frescor.
Para los trabajadores de oficina, la solución puede consistir en encender el aire acondicionado y aflojar uno o dos botones de la camisa. Sin embargo, para quienes trabajan en entornos peligrosos, donde se utilizan habitualmente productos químicos y materiales peligrosos, no es tan sencillo.
Los EPI (equipos de protección individual) garantizan la seguridad de los trabajadores. Pero, aunque sea obligatoria, la ropa de protección en condiciones de calor y aridez puede causar incomodidad e influir en la capacidad del empleado para realizar su trabajo correctamente. Con el calor, los empleados pueden desabrocharse o quitarse el EPI sólo para refrescarse, exponiéndose a peligros y riesgos potenciales.
¿Qué significa esto para los responsables de seguridad? ¿Cómo pueden mantener a sus trabajadores seguros y cómodos cuando hace calor?
Educación sobre los riesgos de la retirada de los EPI
La educación es clave. Es necesario reiterar que, independientemente de la temperatura, quitarse el EPI en entornos químicos es peligroso. Los responsables de seguridad deben recordar periódicamente a los empleados la importancia de llevar correctamente puesto el EPI.
Algunos empleados pueden pensar que, debido a la aparente falta de daño inmediato de las sustancias químicas, es perfectamente aceptable bajarse la cremallera o quitarse el EPI. Sin embargo, muchas sustancias químicas (especialmente las cancerígenas) pueden no tener un efecto inmediato. El daño se hace evidente con el tiempo, con la aparición de problemas de salud y exponiendo a las empresas a acciones legales. Merece la pena asegurarse de que los usuarios de EPI entienden que el hecho de que un producto químico no cause aparentemente un daño inmediato no significa que no lo esté haciendo.
Obtener el equipo EPI adecuado
El siguiente paso es garantizar el equilibrio correcto entre comodidad y protección, poniendo a disposición de los trabajadores diseños y opciones más cómodos. Esto podría implicar una protección más específica y garantizar que los trabajadores no reciben más protección de la que realmente necesitan (¡también podría resultar rentable!). Por ejemplo, para la protección contra salpicaduras químicas, los usuarios suelen llevar monos de Tipo 3, incluso cuando la mayoría de las aplicaciones son de Tipo 4 en lugar de Tipo 3, más exigente. En este caso, puede que exista una opción de Tipo 4 más cómoda y adecuada.
En la protección química, también es importante recordar que las velocidades de permeación aumentan a medida que sube la temperatura; un traje que tiene un tiempo de trabajo aceptable a 20C puede tener un tiempo de uso seguro mucho menor a una temperatura más alta. Los responsables de seguridad deben encontrar un EPI que ofrezca protección contra la permeación a niveles de temperatura más elevados, además de mantener frescos a los empleados. Las opciones de diseño que ofrecen un mayor nivel de comodidad y permiten un periodo de trabajo más prolongado, al tiempo que proporcionan una protección adecuada, son sin duda algo a tener en cuenta.
Mantener a los empleados hidratados y descansados
Por último, hay una solución sencilla al problema del sobrecalentamiento que a veces se pasa por alto: mantener a los empleados hidratados. Planifique pausas más frecuentes, quítese el EPI e hidrátese. Esto podría significar designar una zona de "enfriamiento" con agua y tentempiés disponibles para mantener a los empleados frescos, cómodos y con energía.
El proceso de protección tiene dos vertientes: los empleados deben disponer del equipo adecuado que les mantenga frescos y cómodos y conocer a fondo la seguridad en el lugar de trabajo y la importancia de llevar EPI. Al garantizar que los empleados estén frescos y cómodos en las estaciones más cálidas, se puede aumentar significativamente el rendimiento laboral y mantener la seguridad en toda la operación.