Asistencia Sanitaria

La Industria Sanitaria de Alto Alcance

La industria sanitaria ofrece bienes y servicios a través de los niveles de atención primaria, secundaria y terciaria para el tratamiento de los pacientes.

El cuidado de la salud moderno consta de tres partes esenciales: servicios, productos y finanzas. Entre los servicios que puede prestar el sector sanitario se incluyen equipos médicos, suministros médicos y servicios sanitarios, como hospitales, proveedores de atención sanitaria a domicilio y residencias de ancianos. Los productos ofrecidos abarcan opciones de tratamiento, desde fármacos a maquinaria, entre otros. Los servicios financieros varían según el país, con opciones de pago que van desde las aseguradoras de salud públicas a las privadas.

El sector consta de tres categorías principales: actividades hospitalarias, consultas médicas y odontológicas y otras actividades relacionadas con la salud humana, como la terapia. Entre las entidades distinguidas dentro de la clasificación del cuidado de la salud se incluyen:

  • Farmacéutica, biotecnología y ciencias de la vida relacionadas
  • Equipamiento y servicios sanitarios

 

Esta amplia clasificación abarca el tratamiento individualizado de las personas, la prevención de enfermedades y la medicina rehabilitadora, así como la optimización de la calidad de vida y la mitigación del sufrimiento a enfermos terminales.

Desde servicios clínicos a servicios de apoyo, la industria sanitaria ofrece un abanico de oportunidades laborales. Las empresas que prestan servicios médicos y de seguros, también las que fabrican equipos médicos o medicamentos, son segmentos clave de valor operativo para quienes buscan tratamientos dentro de la industria sanitaria.

Los riesgos en el sector sanitario van desde pequeños arañazos y caídas hasta la exposición a sustancias químicas y patógenos transmitidos por la sangre.

Los peligros biológicos pueden suponer una amenaza cuando se inhalan, ingieren o entran en contacto con la piel células de virus o bacterias. Estas diversas vías de exposición pueden tener efectos adversos para la salud y, en función de su gravedad, provocar la muerte.

Los peligros químicos son sustancias no biológicas pero que pueden causar riesgos físicos y para la salud de las personas cuando se inhalan o ingieren.

Los riesgos físicos se dan cuando se trabaja con equipos médicos y se manipula a los pacientes, así como cuando se está expuesto a riesgos ambientales. Entre ellos figuran la temperatura, la iluminación, el ruido, las lesiones eléctricas y la radiación.

El sector sanitario registra uno de los índices más elevados de lesiones y enfermedades profesionales. A través de la exposición directa e indirecta, los trabajadores sanitarios se enfrentan a una serie de graves riesgos para la seguridad y la salud.

Imagen borrosa del pasillo de un hospital

¿Qué EPP necesita el sector sanitario?

Los EPP necesarios para los trabajadores de la salud varían en función del control y la prevención de la manipulación de tratamientos y análisis de casos médicos. Cuando todas las demás cuestiones son inadecuadas para controlar la exposición, los trabajadores sanitarios deben buscar protección personal. Los tipos de EPP para el sector de la salud van desde:

  • Respirador o máscaras
  • Guantes
  • Overoles, petos, batas de laboratorio
  • Calzado de protección
  • Protección ocular y mucho más.

 

La idea de este tipo de protección es cubrir completamente la piel expuesta y evitar la exposición de los ojos, la nariz y la boca. El uso adecuado del EPP ayuda a evitar que los patógenos se transmitan de pacientes infectados a otros pacientes, personal y visitantes, equipos y objetos del entorno.

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