Mejora de los procedimientos para ponerse y quitarse la ropa

En una situación de alto riesgo, como un brote de enfermedad o una fuga de sustancias químicas o radiaciones, los trabajadores que llevan ropa de seguridad están expuestos a agentes, sustancias químicas y peligros peligrosos.

Por eso son esenciales unos procedimientos sólidos para ponerse y quitarse los trajes, si no para salvar vidas. Un solo error en el proceso de colocación y retirada puede provocar contaminación cruzada o exposición a sustancias químicas nocivas.

Pero, ¿cómo pueden garantizar los responsables de seguridad que sus procedimientos de colocación y retirada de equipos están a la altura?

En este blog, describiremos algunos consejos de buenas prácticas para ponerse y quitarse eficazmente los trajes químicos, así como varias cosas que las organizaciones pueden hacer para mejorar sus procesos.

1. Identificar los efectos a largo plazo de las sustancias químicas que no tienen efectos inmediatos.

Dado que algunas sustancias químicas no tienen efectos visibles inmediatos, una contaminación menor al ponerse o quitarse el EPI podría pasar desapercibida; sin embargo, durante un periodo prolongado, la exposición rutinaria a estas sustancias químicas podría tener consecuencias para la salud a largo plazo.

Sobre esta base, es vital que las organizaciones comprendan los efectos a largo plazo sobre la salud del trabajo con productos químicos, ya que ello les permitirá poner de relieve los riesgos para los operarios sobre el terreno y animarles a seguir los procedimientos adecuados para ponerse y quitarse las prendas.

Además, la identificación de los peligros asociados a tales sustancias químicas u otros agentes permitirá a las organizaciones adquirir EPI más aplicables que satisfagan los requisitos operativos de los empleados.

 ¿Hasta qué punto es detallado su procedimiento de colocación y retirada?

2. Abordar los "puntos ciegos" de la colocación y la retirada que a menudo se pasan por alto.

Contar con un proceso exhaustivo para ponerse y quitarse la ropa garantizará que no se pase nada por alto y que los operarios estén debidamente protegidos. Un procedimiento adecuado es vital, pero a veces puede pasarse por alto cuando los operarios salen del entorno operativo.

Para evitarlo, una regla general es que los operarios tengan un compañero que les ayude en el proceso de ponerse y quitarse la ropa. Ponerse y sujetar determinadas prendas de protección -como un casco, por ejemplo- puede parecer sencillo, pero en realidad es difícil, ya que los operarios no pueden ver detrás de ellos para comprobar si están bien sujetas y no quedan huecos.

Es fácil equivocarse y la probabilidad de error es alta. Un sellado incorrecto de la parte delantera del traje o de los guantes, por ejemplo, podría permitir que se filtraran en ellos sustancias químicas u otros agentes peligrosos. Sin embargo, un compañero puede llevar a cabo partes clave del procedimiento -como cerrar la cremallera del traje o aplicar cinta adhesiva alrededor de los guantes para un sellado adicional- y realizar una comprobación final en busca de desgarros o daños.

En algunos entornos, observadores formados utilizan una lista de comprobación para revisar la secuencia correcta de los acontecimientos y leer en voz alta el procedimiento para ponerse el EPI. Esto ayuda a garantizar que los EPI se colocan en el orden correcto en función del entorno.

Por otro lado, al quitarse el EPI, tener un compañero ayudará a mitigar la posibilidad de contaminación cruzada. El compañero puede ayudar a quitarse el EPI del operario de acuerdo con las directrices (cada pieza del EPI puede tener instrucciones separadas) y minimizar la contaminación utilizando su propio EPI para quitarse el de su compañero.

Para animar a los empleados a seguir el procedimiento adecuado -y reforzar la importancia de hacerlo-, las organizaciones deben describir los riesgos para la salud de no ponerse y quitarse el EPI correctamente, y los peligros deben estar claramente impresos en todas las zonas de la operación donde se pongan y se quiten los EPI.

3. Establecer los mejores procedimientos para ponerse y quitarse las prendas.

Además de abordar los puntos ciegos, establecer un sistema de compañeros y colocar advertencias de riesgo en las zonas de colocación y desprendimiento, las organizaciones deben documentar un procedimiento formal de colocación y desprendimiento, junto con formación y revisiones periódicas.

Un documento formal en el que se describa el procedimiento para ponerse y quitarse los EPI es especialmente útil para los nuevos empleados (si tienen algún problema con el uso correcto de los EPI, los miembros superiores del personal pueden remitirles al documento y ayudarles en el proceso) y ayuda a recordar a todos los demás en qué consiste realmente el proceso.

Asimismo, las sesiones de formación -ya sean impartidas por el proveedor de EPI o por la propia organización- ayudarán a los empleados a recordar los pasos que deben seguir y a hacer hincapié en la importancia de hacerlo.

Por último, la revisión periódica de los procedimientos para ponerse y quitarse los EPI no sólo brinda a las organizaciones la oportunidad de identificar áreas de mejora, sino también de preguntar a los empleados qué piensan de los procesos actuales y si se sienten adecuadamente protegidos. Cuando se trata de ponerse y quitarse el EPI, la principal preocupación es la protección de los empleados, y ¿quién mejor para pedir consejo y sugerencias que quienes llevan el EPI y trabajan en entornos químicos o biológicos peligrosos?

Consejos para un sistema de compañeros que se ponen y se quitan la ropa

Además de los puntos señalados anteriormente, he aquí otras cinco cosas que las organizaciones pueden hacer para mejorar aún más su forma de ponerse y quitarse la ropa:

  1. Revise minuciosamente las instrucciones de uso para identificar lo que los operarios deben y no deben hacer a la hora de ponerse y quitarse el EPI.
  1. Quítese los zapatos y siéntese al ponerse el mono cuando introduzca los pies en las perneras de una prenda para evitar tensiones innecesarias en las costuras de las perneras.
  1. Asegúrese de que el compañero que le ayude a quitárselo esté debidamente protegido.
  1. Utilice un método claro de retirada para minimizar el riesgo de contaminación cruzada, como "pelar" una prenda por la parte superior y darle la vuelta para que la contaminación quede en el interior del fardo.
  1. Utilice una bolsa adecuada para guardar los EPI usados, de modo que puedan eliminarse correctamente de acuerdo con la normativa.

Ponerse y quitarse el traje puede ser un proceso complejo y, tras periodos de estrés en zonas contaminadas, los operarios pueden olvidarse de seguir los procedimientos acordados. Sin embargo, con la formación, la documentación, las políticas y los periodos de revisión adecuados, los responsables de seguridad pueden desarrollar prácticas de colocación y retirada más eficaces (y sólidas) y garantizar que los operarios estén completamente protegidos.

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