Algunos monos de protección incorporan presillas para los pulgares y otros no. ¿Por qué? ¿Es sólo una variación de diseño o un reflejo del diseño completo de la prenda?
La mayoría de las prendas europeas utilizan un estilo de patrón conocido comúnmente como
como "ala de murciélago", en la que la tela del cuerpo se corta en diagonal desde el codo hasta la cintura. Se trata de un estilo menos costoso de producir, pero la consecuencia es que limita el movimiento del usuario, sobre todo cuando éste estira la mano por encima de la cabeza y toda la prenda tira hacia arriba, lo que supone un esfuerzo adicional en la entrepierna y tira hacia atrás de las mangas. de ahí la necesidad de presillas para los pulgares en este tipo de prendas.. Esto también explica por qué estas prendas a menudo se parten en la entrepierna y pueden tener un cuerpo largo y una entrepierna baja (lo que en sí mismo crea otros problemas de durabilidad) con el fin de aliviar el problema.
Es sólo una de las razones por las que las prendasLakeland CE presentan una combinación única de tres elementos de diseño: una capucha de tres piezas que permite un mejor ajuste a la cabeza, un refuerzo de entrepierna en forma de diamante de dos piezas que mejora el ajuste y la durabilidad en la entrepierna y, lo que es más importante, una inserción manga. En este estilo, la prenda se corta con la misma forma que el cuerpo, siguiendo el contorno del brazo y el torso para que el brazo de la prenda esté "articulado" donde debe estar: en el hombro. De este modo, se producen menos tirones en la entrepierna, se consigue un cuerpo más corto y mejor ajustado y, lo que es más importante, se elimina la necesidad de trabillas para los pulgares porque hay menos tirones en las mangas.
Por ello, los monos Lakeland no incorporan presillas para los pulgares, ya que su exclusivo estilo "Super-B" hace que no sean necesarias.
A la izquierda un Lakeland ChemMAX 1 overol sin presillas. A la derecha, un competidor overol con presillas para el pulgar. ¿Cuál parece más eficaz?
Otro factor crítico -y posiblemente decisivo- que los usuarios deben tener en cuenta es el peligro potencial que presentan los lazos para pulgares. Según nuestra experiencia, los operarios a menudo no las utilizan aunque estén presentes, en cuyo caso pueden colgar sueltas y engancharse en cualquier maquinaria y causar verdaderos problemas. Si no se quitan, las presillas para pulgares que no se utilizan pueden provocar fácilmente accidentes imprevistos, por lo que si los usuarios las tienen pero no las utilizan, siempre recomendamos cortarlas antes de usarlas, lo que, por supuesto, nos lleva a preguntarnos por qué están ahí...
Si desea más información sobre el estilo de prenda "Super-B" de Lakeland, póngase en contacto con nosotros en sales-europe@lakeland.com y uno de nuestros responsables de ventas estará encantado de hacerle una demostración.
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